
Crédito para Capital de Trabajo / Todo lo que Necesitas Saber
¿Tu empresa necesita aumentar su liquidez con un crédito para capital de trabajo? En Yaydoo hemos recopilado para ti estos consejos que te pueden ayudar a lograr un préstamo tanto con entidades financieras e inversionistas como con proveedores. Empecemos por algunos conceptos claves.
¿Qué es el capital de trabajo?
El capital de trabajo, también conocido como fondo de maniobra, es un activo líquido que poseen las empresas para la producción de sus bienes y servicios.
Es una de las fuentes económicas principales que éstas utilizan para hacer funcionar sus operaciones y mantener el negocio en marcha. Por eso, se considera como un activo circulante de inversión a corto plazo (efectivo, valores negociables, cuentas por cobrar) que permiten realizar los pagos a proveedores, sueldos, publicidad, servicios, costos de distribución, pago de salarios, entre otros.
¿Qué es un crédito para capital de trabajo?
El crédito o préstamo para capital de trabajo es el dinero que una entidad financiera, un inversionista o un proveedor te otorga en forma de financiamiento o deuda para garantizar la liquidez de tu empresa y contar con suficiente capital para cubrir tus necesidades y operaciones financieras básicas.
Basándonos en la definición de Gitman, podemos decir que el crédito para capital de trabajo (entendido como un financiamiento económico) forma parte de los activos circulantes que la misma empresa utiliza como capital de trabajo para seguir cubriendo sus gastos.
El crédito para capital de trabajo se caracteriza por ser de corto o mediano plazo. Dependiendo del monto y de la actividad para la que se va a utilizar, se pueden establecer avales o garantías.
El capital de trabajo neto demuestra a los inversionistas que tu empresa puede cumplir con sus obligaciones financieras actuales haciendo uso de sus activos corrientes.
En este sentido, mientras más positivo sea tu capital de trabajo neto, más posibilidades tienes de obtener un crédito para hacerlo crecer.
Gracias a un crédito para capital de trabajo puedes:
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Cubrir gastos de producción.
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Pagar inventario.
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Tener una cobertura para gastos imprevistos.
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Financiar a clientes sin que esto afecte al flujo de caja.
¿Por qué es importante un crédito para capital de trabajo?
Según HSBC, un crédito para capital de trabajo estabiliza el flujo de efectivo de las empresa y funciona como una herramienta de negociación de la empresa con sus clientes y proveedores.
El crédito otorgado a una empresa, se convierte en un respaldo para negociar condiciones óptimas de volúmenes, precios y plazos, ya que, es una manera de comprobar de que tu empresa cuenta con la capacidad e infraestructura para pagar sus deudas.
Por otro lado, seguramente ya estás al tanto de que la grandes empresas del mundo, han crecido gracias al financiamiento que accionistas, proveedores, inversionistas de riesgo y entidades bancarias les han brindado.
Las mejores condiciones de acceso al financiamiento que pueda tener tu empresas se pueden traducir en aumentos de productividad, mayor innovación tecnológica y sobrevivencia en mercados de gran competencia e internacionales.
Consejos claves para obtener este tipo de crédito:
1. Administra muy bien tu capital de trabajo
La administración del capital de trabajo contribuye en el éxito financiero de la empresa, y las decisiones que se tomen en esta área, deben considerar dos grandes elementos: el riesgo y el rendimiento.
Es por eso que cuando manejas una buena administración de tu capital de trabajo, el capital de trabajo neto será positivo, ya que existe un buen manejo del nivel de efectivo, cuentas por cobrar, inventarios y pasivos a corto plazo (cuentas por pagar).
Administrar muy bien el capital de trabajo en tu empresa, le dará a esta la suficiente solvencia financiera que los bancos solicitan al momento de dar sus financiamientos para capital de trabajo. El Banco de México, por ejemplo, entre los requisitos que exige para sus préstamos para capital de trabajo son:
- Ser una empresa constituida legalmente en México.
- Presentar proyectos viables y rentables.
- Contar con una fuente de pago y mostrar solvencia moral y crediticia (desde el punto de vista técnico, de mercado, administrativo y financiero).
En este sentido, es muy poco probable que una entidad financiera te otorgue un capital de trabajo sin indicadores que demuestren tu solvencia crediticia y cuán lista se encuentra tu empresa en términos económicos para afrontar una deuda y cumplir los plazos de pago, la cual se logra gracias a una buena administración del capital de trabajo.
2. Calcula tu capital de trabajo neto
Como ya lo mencionamos, tener un buen indicador de capital de trabajo neto es importante para recibir un crédito para capital de trabajo. Para calcular este indicador debes dividir los activos corrientes de una empresa entre los pasivos corrientes.
Los activos circulantes comprenden: flujo de caja, inversiones en valores, cuentas por cobrar a clientes e inventarios, mientras que en los pasivos circulantes comprenden las cuentas por pagar a proveedores. Siendo la fórmula:
Capital de trabajo neto = Efectivo y equivalentes de efectivo + Inversiones negociables + Cuentas por cobrar comerciales + Inventario – Cuentas por pagar comerciales – Gastos acumulados.
Hacer este cálculo es importante porque si los activos corrientes de una empresa no exceden sus pasivos corrientes, entonces puede haber problemas para pagar a los acreedores, o incluso es una alerta de bancarrota.
Si la cifra del capital de trabajo neto es positiva, indica que los fondos disponibles a corto plazo de los activos corrientes son más que suficientes para pagar los pasivos corrientes (cuentas por pagar a proveedores y a entidades financieras que están dándote el financiamiento) a medida que se venzan los pagos.
Por el contrario, un capital de trabajo bajo puede significar que necesitas vender más al contado y reducir la cantidad de cuotas. También te recomendamos ajustar el calendario de pagos a recibir con el plazo de las cuentas por pagar.
En este sentido, si no calculas periódicamente tu capital de trabajo neto, estás en la nube en relación a cómo está la liquidez de tu empresa y si necesitas un crédito para capital de trabajo por falta de éste.
En caso de ya tenerlo, este indicador te permite evaluar la eficiencia que se le está dando a ese crédito para capital de trabajo.
3. Crea un flujo de caja proyectado
Antes de solicitar un financiamiento, particularmente ante entidades bancarias e inversionistas, es necesario realizar una proyección real del negocio para determinar en primer lugar, el objetivo de la inversión y plantear distintos escenarios de pago para evitar deudas y darle un propósito ideal al capital.
Un flujo de caja proyectado consiste en establecer los activos fijos y corrientes de tu empresa durante un tiempo mayor a seis meses. Esto le puede demostrar al ente inversor cómo será administrado tu capital de trabajo y cómo estás contemplando en tu flujo de caja, las cuotas de pago de ese crédito a futuro.
4. Ten una buena rotación de cuentas por pagar (pasivo contable a corto plazo)
Si necesitas que el crédito para capital de trabajo de tu empresa sea otorgado por un proveedor en forma de deuda (cuentas por pagar), para equilibrar tu liquidez, te recomendamos tener una buena rotación de cuentas por pagar.
Este indicador te dice qué tan rápido o lento, tu empresa, paga las deudas que contrae con sus acreedores, si es positiva, es una garantía para el proveedor que eres responsable con los plazos de pago.
Por supuesto que el manejo de este pasivo corriente a corto plazo va a depender de una buena administración del capital de trabajo, la cual ya explicamos cómo debería funcionar anteriormente.
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